Hola Amigo bloggero!! en este nuevo artículo te presento un magnífico tratamiento para pancrea.
El páncreas es uno de los órganos más importantes del sistema endocrino, encargado de segregar enzimas para facilitar el proceso digestivo y además responsable de segregar dos de las principales hormonas que intervienen en el equilibrio de los niveles de glucosa en sangre, la insulina que baja el nivel de glucosa y el glucagón que tiende a aumentarlo.
En ocasiones los malos hábitos como por ejemplo la ingesta de alimentos procesados o comida basura, el alcohol o el tabaco, pueden afectar a su funcionamiento e incluso intoxicarse. En cualquier caso, existen ciertos remedios naturales que contribuyen a purificar el páncreas y a eliminar las toxinas acumuladas. Como conocemos, el páncreas tienes varias funciones, es el es responsable principal de producir la insulina en el cuerpo, y mantener la glucosa de la sangre a un nivel normal
pero.... ¿nos daríamos cuenta cuando tenemos problemas con el páncreas?..
bueno, a eso vamos..
Pronto sabremos de dónde viene este problema y que debemos hacer para solucionar este problema.
La insulina es una hormona producida por el páncreas y es una de las hormonas encargadas de mantener controlados los niveles de glucosa (azúcar) en la sangre. Específicamente ayuda a “bajar” los niveles de azúcar cuando estos se elevan. La acción de la insulina es hacer que la glucosa entre a la célula para que nos aporte energía. En la resistencia a la insulina, el organismo produce insulina, pero esta no logra que la glucosa entre en las células. Frente a esta situación, el páncreas produce mayores cantidades de hormona.
La resistencia a la insulina es un proceso que involucra tanto factores genéticos como factores adquiridos y existe una serie de factores de riesgo que pueden predisponer a una persona a desarrollar esta enfermedad. Dentro de estos factores encontramos sobrepeso, sedentarismo, mujeres con circunferencia de cintura mayor a 88 cm (aunque lo óptimo es bajo 80 cm), hombres con perímetro de cintura mayor a 102 centímetros (aunque lo óptimo es bajo 94 cm), antecedentes familiares de Diabetes mellitus tipo 2, síndrome de ovario poliquístico, etc… Más que los kilos que pesemos, el riesgo lo aumenta la distribución de la grasa. Cuando la grasa se acumula a nivel abdominal es mayor el riesgo que si se acumula en glúteos y piernas. Hay que pensar que además de la grasa que podemos “ver” (guatita, michelines, etc.) hay más grasa que se acumula entre las vísceras, y eso es lo peligroso.
En nuestro país, más del 20% de la población tiene resistencia a la insulina y considerando como aumenta la obesidad, se espera que este % vaya aumentando aún más.
El diagnóstico de esta enfermedad se da a través de un exámen de sangre que determina niveles de insulina en la sangre y también mediante un examen físico en el que se buscan signos de resistencia a la insulina como acantosis nigricans (piel oscurecida en cuello, axilas, pliegues, etc) y presencia de acrocordones (son como unas verruguitas o también llamados “lunares de carne” que también se encuentran en cuello, axilas, etc). Vale decir que estos signos son muy antiestéticos.
En el tratamiento de la resistencia a la insulina, la alimentación juega un rol fundamental. Los estudios científicos demuestran que es más efectivo un plan de alimentación asociado a ejercicio físico que el tratamiento farmacológico. De todas formas si sus médicos tratantes determinan que es necesario usar fármacos, deben tomarlo tal como se los indique, pero no piensen que tomando el medicamento no es necesario hacer dieta ni ejercicio. El tratamiento debe ser completo: dieta, ejercicio y fármaco en el caso de que sea necesario. Lo único que se logra tomando medicamentos sin dieta es que cada vez que tengan control, su médico les irá subiendo la dosis de medicamento… Así que, guapas! A ponerse las pilas las que tengan esta enfermedad. No es para deprimirse ni atacarse, de hecho lo podemos revertir bajando de peso, pero es importante tomar conciencia de que si no se controla, puede progresar a diabetes en algún momento de la vida.
La alimentación adecuada hará bajar de peso y esto controlará la insulina. En la mayoría de las veces los médicos suspenden el tratamiento farmacológico cuando los pacientes llegan a un peso adecuado. Esto porque sólo manteniendo el peso adecuado, una alimentación saludable y ejercicio se controla la insulina sin necesidad de medicamentos.
Bueno, veamos cómo debe ser la alimentación en esta enfermedad.
Debemos eliminar de la dieta todo tipo de azúcares (bebidas con azúcar, néctar, lácteos azucarados, golosinas, pasteles, mermeladas, miel, etc) además de eliminar las harinas blancas.
Alimentos de bajo índice glicémico: Carnes, pescados, huevos, verduras crudas, legumbres, la mayoría de las frutas frescas (manzana, durazno, ciruelas, naranja, mandarinas, mora, etc), lácteos sin azúcar, frutos oleaginosos como avellanas, aceituna, maní, nueces, etc.
OJO! No significa que los alimentos de alto índice glicémicos hay que eliminarlos de la dieta totalmente (lo único que se prohíbe son los azúcares y harinas blancas). Nosotros podemos bajar el índice glicémico de la dieta haciendo mezclas. Por ejemplo, bajamos el índice glicémico de un almuerzo que consista en pastel de papa (alto índice glicémico) agregando un plato gigante de ensalada cruda. Siempre deben incluir verduras (crudas de preferencia) en el almuerzo y la cena. No beban jugos néctar ni siquiera light, porque el concentrado de frutas ya aporta carbohidratos que se absorben rápido. Si no pueden comer sin estar tomando un vaso de jugo, prefieran los que vienen en polvo y sin azúcar como Livean, Vivo, Nestea, Zuko light, Fructus light, etc. De postre, pueden consumir gelatina dietética o alguna fruta fresca de bajo índice glicémico. Recuerden que la fibra baja el índice glicémico en los tiempos de comida (desayuno, colación, almuerzo, once… etc.)
En el desayuno, es el único horario en que recomiendo los jugos naturales. Esto suponiendo que irá acompañado de un cereal integral (pan integral, hojuelas de cereal integral, etc.). Sino, siempre preferir la fruta entera.
De colación eviten las barritas de cereal, las golosinas, jugos con azúcar y lácteos con azúcar. Tienen alto índice glicémico, lo que llevará a que suba la insulina.
Generalmente las personas que tienen resistencia a la insulina sienten hambre todo el día. Esto se puede deber al desorden en la alimentación, donde la glicemia no se mantiene estable, sube y baja, y cada vez que baja aumenta el hambre.
La insulina también influye en el metabolismo de las grasas. Funcionaría como un “ahorrador” de grasa. Esto también podría explicar que las personas con resistencia a la insulina les costaría más bajar de peso, pero no le echemos la culpa a la enfermedad de que no podemos bajar. Siguiendo un orden con las comidas, alimentándonos bien, sin azúcares, haciendo ejercicio y tomando el fármaco en caso de que el médico lo indique, el organismo estaría funcionando normal, por lo tanto podrían bajar de peso igual que cualquier otra persona.
Como podemos observar, el pancrea va conectado con el Hígado y la vesícula, es uno de los órganos más importante del cuento para el funcionamiento sanguíneo del cuerpo,
La inflamación del páncreas se conoce como pancreatitis y en casos severos, la pancreatitis puede ser fatal, por lo cual siempre debe ser tratada profesionalmente, ya que los ataques repentinos o pancreatitis aguda, presentan dolor abdominal superior que se irradia a la espalda y causa náuseas y vómitos. La pancreatitis crónica presenta algunos de los mismos síntomas pero con carácter prolongado, así como también puede producir una pérdida de peso y cambios en el olor de las heces.
Ambas formas de la enfermedad pueden ocurrir como una consecuencia secundaria de alguna cirugía, cálculos biliares, cáncer de páncreas, infecciones o fibrosis quística, así como el aumento de los niveles de calcio en sangre, hormonas o triglicéridos que a veces causan la enfermedad.
El estilo de vida también puede ser el culpable, así como el tabaquismo y el alcoholismo que han sido asociadas a la pancreatitis, de acuerdo con la Clinic Mayo, y en tales casos el profesional probablemente ordenará la hospitalización para estabilizar la condición, tras lo cual se recomienda un tratamiento adaptado a la causa de su condición.
La fama del aloe vera como un tratamiento tópico es mundialmente conocida para calmar quemaduras y erupciones cutáneas, pero no es aun muy conocido el uso del jugo de la piel de la hoja que se comercializa como medicina interna para la colitis, diabetes, pancreatitis y estreñimiento, ya que posee una sustancia llamada látex de aloe y algunos fabricantes utilizan el gel de aloe más suave en lugar de látex de sábila para su administración oral en sus fórmulas.
Aunque no figure como una terapia alternativa para la pancreatitis algunas personas afirman que el jugo de aloe vera ayuda a tratar su pancreatitis y algunos sanadores ayurvédicos afirman que la sábila administrada por vía oral es un equilibrador natural de todos los problemas digestivos en general y que sus propiedades anti-inflamatorias la hacen especialmente útil para reducir la inflamación asociada con pancreatitis.
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